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"El Palacio de la Mala Noche"

	Este edificio fue construido a finales del Siglo XVIII, para casa habitación de Don Manuel de Retegui, con un costo superior a los cien mil pesos, provenientes de las ricas vetas de "Mala Noche" y "La Florida", que pagaron con generosidad la constancia y esfuerzos del minero Vasco, quien después de permanecer una temporada en Fresnillo, llegó a Zacatecas, donde pronto destacó por su espíritu empresarial, con hondas raíces humanistas.
Don Manuel de Retegui llegó a Zacatecas en los momentos en que, gracias al apoyo de las autoridades Virreinales, la minería experimentaba un rápido resurgimiento, pero a cambio de intensificar la explotación de los operarios en las negociaciones mineras, así como el derrumbe de los empresarios locales, con lo cual la prosperidad fue ficticia, ya que sólo favoreció a los empresarios foráneos y no a la ciudad ni a sus habitantes.
	Don Manuel se distinguió de los demás empresarios que llegaron a Zacatecas, porque no recibió apoyo de la Corona, lo que no fue obstáculo para que llegara a ser uno de los mineros más ricos y queridos, comprometido únicamente con Zacatecas y sus habitantes; respetó los derechos y privilegios de "Barreteros" y "Tenateros" e invirtió parte de su fortuna en mejorar la imagen de la ciudad y en realizar obras de beneficio social, como la apertura de caminos.
En torno a la personalidad de Don Manuel se tejió una hermosa leyenda, que encierra una lección sobre los sufrimientos de los empresarios mineros, así como de la Fe de éstos en alcanzar el éxito, que en el caso de este personaje, consistió en "cortar" un rica veta en la mina de "Mala Noche", cuando se encontraba al borde de la desesperación, por haber agotado su inmensa fortuna y no tener ni para pagar la "raya" de sus operarios; por esta razón, el pueblo dio al edificio el nombre de "Palacio de la Mala Noche".
	Durante la Guerra de Independencia, la persona y propiedades de Don Manuel fueron respetados por el pueblo enardecido, gracias a que su comportamiento con los trabajadores de sus minas, le granjeó la estimación y respeto de todos; temeroso de ser objeto de represalias por las autoridades Realistas, regresó a España, dejando encargado de sus bienes al Pbro. Juan del Valle quien consumada la independencia, vendió el edificio al Coronel Juan Peredo, Gobernador interino de la provincia en cuarenta y cinco mil pesos.
En este amplio edificio, el naciente Estado instaló las oficinas de los Tres Poderes, y de la Asamblea Municipal, por cuya razón se le dio el nombre de "Casa de Estado"; en 1831 fue adquirido un nuevo edificio al cual se trasladó el Poder Ejecutivo; en 1866 se comenzó a utilizar un nuevo edificio para Jefatura Política del Partido, en el cual se instaló la Asamblea Municipal, a partir de entonces, la Casa de Estado sólo albergó los Poderes Legislativo y Judicial.
	Este edificio fue testigo de las decisiones y acuerdos de mayor trascendencia en la vida institucional de Zacatecas. Desde la instalación de la Diputación Provincial en 1822, su transformación en Congreso Constituyente del Estado, el 17 de enero de 1825; de aquí salieron los primeros programas de gobierno que elaboró el Lic. José María García Rojas, como base de la avanzada Legislación Zacatecana.
Desde sus balcones, con la mirada perdida en el horizonte del futuro, Francisco García Salinas -el inolvidable "Tata Pachito"- parecía contemplar el Zacatecas próspero y feliz que anhelaba para sus conciudadanos, mientras planeaba las estrategias para lograr ese noble objetivo; aquí nació el ambicioso proyecto de Desarrollo Integral del Estado, que se vio trágicamente interrumpido por las tendencias dictatoriales de Antonio López de Santa Anna.
	En sus salones resonaron las voces que llevaron al pueblo a la lucha por los principios en que se sustentan la Institucionalidad y la Justicia; se entablaron juiciosos debates para promulgar leyes que garantizaran el desarrollo con Justicia Social; se tomaron decisiones contra Gobernantes que pretendieron convertirse en dictadores. Después de ser testigo de tantos sucesos trascendentales, en 1985 quedó como sede exclusiva del Poder Judicial, pues el Congreso fue trasladado al edificio que ahora ocupa.

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